Desde su ventana ve el contorno de la ciudad. A lo lejos Madrid. Tiara pasa algunos minutos por las mañanas y por las tardes mirando a través del cristal del hogar. Vive con 11 niños y niñas y su familia son un grupo de educadores, voluntarios y frailes que nutren de alboroto los pasillos de la casa. A veces el hogar es bullicioso y a Tiara le gustaría tener más silencio. Nunca le gustaron los gritos… quizá porque le recuerdan a la vida antes de llegar ahí. No suele hablar de aquello… se niega a ser la niña que viene de esa oscuridad.
Tiara tiene 17 años y lleva cinco en el hogar. No todo ha sido bueno allí. Tuvo sus malos momentos, problemas en el cole… pero ha sido capaz de salir adelante. Está terminando un módulo de administración de empresas. Le da miedo lo que pueda pasar dentro de un año. Le han dicho que a los 18 tiene que buscarse la vida… “ser autónoma e independiente” pone en un papel que le dieron. Su educadora no la dejó sola, le ayudó a entenderlo, le guió en los estudios y ahora le está ayudando a buscar unas prácticas y un piso compartido para cuando termine en la “resi”.
Confía en que SERCADE le acompañe cuando se haga mayor. Porque a los 18 años una es mayor… pero no “tan mayor”. A pesar del miedo mira al futuro con esperanza. Como cualquier joven, sueña con volar. En ese futuro IMAGINA una familia, quiere tener niños y está segura de que les va a cuidar y proteger.
Historias como las de Tiara son las que acompañamos en SERCADE, el SERvicio CApuchino para el DEsarrollo. Así construimos un mundo mejor. Ellos, generosamente depositan sus necesidades y sueños en nosotros y, gracias a ti, se convierten en realidad. Hazte amigo de SERCADE.