No descubrimos nada al decir que la situación socioeconómica en la que vivimos es muy grave. El informe de Cáritas de octubre de 2013 decía que en España, hay 3 millones de personas en pobreza severa, 3,5 millones de personas llevan más de 1 año en paro y 2 millones llevan más de 2 años en paro.
Y bien sabemos, que muchas de las personas que llaman a nuestra puerta llevan mucho más tiempo sin trabajo y no hay perspectiva de que lo consigan. Dicho informe hablaba de que se ha consolidado “una estructura social donde crece la espiral de la escasez y el espacio de vulnerabilidad”. Esto quiere decir, ni más ni menos, que estamos creando una estructura social que genera cada vez más sufrimiento, pobreza y desigualdad.
Y como dice la reflexión de fin de año de Cristianismo y Justicia, queremos abrir grietas en este muro de injusticia que se está consolidando: grietas de denuncia, grietas de solidaridad, grietas de otra forma de tratar y mirar a las personas, no por su utilidad, sino porque tienen valor en sí mismas.
Este ha sido un año de transformaciones en este Centro Social San Antonio de Padua y en la Asociación Servicio Capuchino de Cooperación al Desarrollo-Aragón que lo sustenta legalmente.
Por un lado se han fortalecido y consolidado los proyectos que tradicionalmente se han llevado a cabo, como son el Comedor Social, el servicio de Ropero, la Atención Médica y le Hogar de Jubilados, y por otro, se han puesto en marcha nuevos proyectos que vienen a complementar estos servicios básicos.
Ha habido una apuesta por introducir profesionales sociales en el centro que buscaba establecer, en nuestra labor, criterios que potenciaran la promoción de las personas y apoyaran el trabajo del voluntariado, orientándolo con criterios sociales.
Esta apuesta ha dado como resultado, no sólo el aumento de los proyectos y servicios, sino la integración de todos ellos en unos itinerarios que creemos más posibilitadores para las personas en riesgo de exclusión.
Se ha observado un incremento de las personas beneficiarias de este centro, así como una mayor complejidad de las dificultades que presentan, debido en gran parte a cómo están incidiendo, en ellas y en sus familias, la actual coyuntura socioeconómica.
Si bien este aumento ha venido acompañado por una mayor implicación del voluntariado, y de los diversos apoyos recibidos por el Centro, sin los cuales sería imposible atender y mejorar la situación de estas personas.
Otro de los pilares fundamentales de este Centro ha sido la ayuda a familias en situación de necesidad.
Se ha mejorado la intervención, atendiendo a sus necesidades de una forma integral (no sólo comida y vestido, sino también atención psicológica, intervención de otros recursos, talleres, etc.)
Toda esta labor se ha visto fortalecida con el trabajo en red con el resto de recursos sociales de esta zona de la ciudad y de la difusión en diferentes entidades de los proyectos que llevamos a delante.
Por todo ello, vaya por adelantado, el agradecimiento, a las personas voluntarias, a las personas y entidades donantes y en definitiva, a aquellas personas que aportan lo mejor de sí mismas en esta gran labor social.
En nombre de las personas beneficiarias. Gracias de Corazón
Las personas voluntarias son el pilar fundamental de este centro ya que sin el compromiso y su dedicación sería imposible llevar a cabo los proyectos que se están desarrollando en la actualidad.
En el 2013 el centro ha contado con 125 personas voluntarias que han desarrollado su labor en las diferentes acciones voluntarias. Su distribución ha sido la siguiente:
Comedor: 47
Ropero: 21
Limpieza: 19
Atención psicológica: 2
Proyectos: 2
Atención médica: 2
Piso: 1
Directiva: 5
Informática: 5
Teatro: 2
Pintura: 1
Alimentos: 6
Peluquería: 1
Centro de día: 8
Gracias.