Actualidad

Miradas

Junto a la vulnerabilidad

Junto a la vulnerabilidad

Desde la Edad Media y hasta nuestros días, los seguidores de Francisco de Asís y en particular los Hermanos Menores Capuchinos, se han destacado constantemente por estar al lado del hermano desfavorecido y en exclusión deseando siempre, la Paz y el Bien.

En la ciudad de Zaragoza esto no ha sido una excepción y desde la vuelta de los frailes a la ciudad tras la desamortización de Mendizábal la tarea de estar cerca del hermano desfavorecido no ha sido interrumpida.
 

En esta ciudad existe desde hace ya más de 80 años el comedor social, un servicio permanente en el tiempo que a lo largo de todos estos años viene ofreciendo a las personas necesitadas algo tan básico como es la alimentación. El comedor social ha sufrido algunas variaciones y cambios a lo largo de los años,  actualmente está situado en el Centro Social San Antonio.


Tras el regreso de los hermanos a la ciudad allá por los años 30, los frailes se percataron de las diferentes carencias que el barrio de Torrero tenía. Comienzan a trabajar en una pequeña escuela enseñando lo más básico (leer y escribir), pero observaron que aquellos niños, tenían también otra gran carencia: La alimentación. Y es por esto que deciden organizar un comedor infantil en los bajos del convento. Ese sería el preludio de los comedores gratuitos que nacerían años más tarde en los locales parroquiales del nuevo santuario de San Antonio.

Fue el 13 de enero de 1941 cuando nacieron los comedores gratuitos de San Antonio dedicados a calmar el hambre de los niños más desfavorecidos del momento. Al final de la década de los cuarenta todo dio un pequeño giro y comenzó un nuevo servicio a los ancianos y familias de la época, acudiendo al nuevo comedor entorno a cuarenta personas.

Durante muchos años permaneció el servicio de comedor ayudando a los más desfavorecidos. En este tiempo fue cambiando el perfil social y de atender principalmente a familias y ancianos se pasó a atender en su mayoría a personas sin hogar.

En el año 2004 se edifica y se crea las instalaciones del actual Centro Social San Antonio, los Hermanos Menores Capuchinos apuestan por unas instalaciones nuevas que sean adecuadas para prestar auxilio concreto, rápido y eficaz a los más desfavorecidos.

Con el tiempo, las diferentes necesidades y las crisis económicas dejan una profunda huella en la sociedad y es por esto por lo que se hace necesario realizar algunos cambios en el servicio de comedor. El comedor es una alternativa de último recurso. En sí mismo no parece la más normalizadora de las soluciones para la falta de alimentación, pero en muchos casos es la única posibilidad de empezar a trabajar hábitos con personas que se encuentran muy cronificadas dentro de su situación de sinhogarismo.

Higiene, alimentación saludable, relaciones sociales, conductas, salud, búsqueda de empleo, etc., son necesidades humanas básicas para convivir en sociedad. En el año 2012 los Hermanos Menores Capuchinos contratan a un trabajador social que aporte una visión más profesional del trabajo a realizar y junto a más de 110 voluntarios poder crear un itinerario profesional, educativo y relevante para que las personas que acuden al centro puedan recibir la ayuda necesaria para cubrir sus necesidades.

El comedor social se encuentra integrado en el Centro Social que a su vez gestiona SECADE. Hace unos años ya que se comenzó a trabajar coordinadamente con otras entidades, tanto públicas como privadas de la ciudad de Zaragoza. Esto hizo necesaria la contratación de más personal profesional aumentando hasta 6 el número  de personas contratadas  para poder atender y gestionar lo mejor posible el centro. En la actualidad se atiende en el comedor  a más de 75 personas cada día.

Como consecuencia de la situación sanitaria que estamos atravesando, ha sido necesario suspender alguna actividad que venía prestando el centro teniendo que cerrar sus puertas al público. El servicio de comedor no ha dejado de funcionar y se ha adaptado a la nueva situación sanitaria.

Se presta el servicio de una forma diferente. Los usuarios y voluntarios no pueden entrar al comedor por motivos sanitarios, y son los trabajadores de SERCADE quien les aporta una bolsa diaria con un menú completo con el que se pretende colaborar en su alimentación diaria.

El espacio del comedor, siempre se ha distinguido por estar al lado del desfavorecido, siendo un espacio vivo y en constante transformación. Todas las personas que forman el Centro Social desde Usuarios, Voluntarios, Colaboradores, trabajadores... se esfuerzan día a día por construir una sociedad más justa y tratar de descubrir que “La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores del que tenemos al lado.”

Óscar Matés