El 22 de marzo acogimos a 8 africanos en nuestra misión de Nuevo Rocafuerte. Eran africanos de Guinea Conakry/Camerún /Sierra Leona/Nigeria /Costa de Marfil.
El jefe político de acá utilizó el método de Poncio Pilatos y el responsable de la Marina afirmaba: "tengo órdenes de arriba de interceptar a quien vaya por el río Napo". Con algunos representantes del municipio y con el apoyo en Coca de Verónica Carrión (pastoral social del Vicariato) hicimos lo que teníamos que hacer.
Ellos vienen de Brasil y surcan el Napo por territorio peruano con dirección Colombia. Su sueño es llegar a EEUU. Allí viven sus familiares. Les dimos posada en la casa de cursos. Desayunaron con fruición y almorzaron. Por la tarde una canoa les llevó a Tiputini y al día siguiente rumbo a Puerto Providencia. Y en bus hacia Lago Agrio ya cerquita de la frontera colombiana. Este grupo llevaba un año viviendo en Brasil.
Con Guzman (director del Hospital Franklin Tello) pude desengrasar el francés e inglés que aprendí hace años. Y nos entendimos.
El 16 de abril dos policías nos piden auxilio: "padresito, no sea malito. Dele posada a esta gente". Eran 19 migrantes. En su mayoría haitianos. Algunos africanos procedentes de Eritrea y Mauritania.
X persona de acá fue el "contacto" para trasladarles hacia Puerto Providencia por el precio de 1500 dólares. "Business are business". Siempre hay gente que se nutre del necesitado. Aunque las autoridades con el ministro respectivo al frente ordenaron cerrar la frontera con Perú los grupos de migrantes estaban ahí. No eran invisibles y deseaban hacer su gran viaje. El artículo 9 de la Constitución Ecuatoriana admite la libre circulación por Ecuador incluidos los extranjeros.
Cuando les contemplábamos nos acordamos de aquella contundente frase de Jesús: "era emigrante y me acogisteis" (Mt 25, 35)
Nunca olvidaré aquel rostro agradecido que me dijo al embarcarse: "God bless you". Llakishkawan.
Jesús Eugenio Jáuregui Arbizu.
Misionero Capuchino