Es el día a día de las instituciones que nos dedicamos a otras personas, a la ayuda, a la colaboración. Uno de los muchos aprendizajes de esta crisis del COVID19 es que “hay personas que necesitan a otras personas”. Así, sin matices, sin productos intermedios. Todos necesitamos útiles, alimentos, tecnología… servicios y productos elaborados por otras personas. Pero las personas vulnerables necesitan a otras personas, su contacto, su cercanía, su ayuda, su fuerza, sus palabras… Somos bastones, somos alimento, somos orejas y ojos, somos partes integradas de sus cuerpos… y eso solamente se resuelve parcialmente con el teletrabajo y con la tecnología.
Hace meses la Obra Social La Caixa y la Comunidad de Madrid nos apoyaron una iniciativa que venía a fortalecer el trabajo con personas mayores que llevamos a cabo en Madrid, Asturias y Aragón. A esos tres centros de acompañamiento a mayores se nos sumó el Voluntariado Geriátrico Franciscano de Pamplona, una institución prima hermana que hace lo propio en Navarra. Como parte del proyecto estaba la creación de una web que recogiera las inquietudes de nuestros mayores, algunos recursos de lo que hacemos, que ofreciera una ventana a su realidad.
“Redes de Mayores” es ya una realidad y se puede visitar entrando en www.redesdemayores.es. En ella se recoge la información básica del proyecto y de nuestros centros de trabajo pero conviene atender especialmente el “Observatorio”, una sección en la que actualizaremos semanalmente información de nuestros centros. Ojalá sirva para aliviar la soledad de algunas personas.
Queremos que ese espacio sea otro escaparate más de lo que hacemos, símbolo de ese ojo, esa oreja, ese bastón, ese corazón que queremos ser en la vida de las personas mayores. Desde Punto de Apoyo en Gijón, desde el Voluntariado Geriátrico Franciscano de Pamplona, desde el Centro de Día San Antonio de Madrid y desde el Centro Social de Zaragoza seguiremos trabajando por tratar de hacer que esta crisis afecte lo menos posible al pilar fundamental de nuestra sociedad, a nuestros abuelos y abuelas. Por ellos.